Tal como había mos quedado, a través de Nacho, nos llega la carta de Julián Ángel desde la República Dominicana, así que es el momento de "expresar" nuestra solidaridad. Saludos. Samuel Quijano
APRENDER DEL SUR
Amigos compañeros:
Los que vivimos en Latinoamérica o en otro sitio donde la mayoría es pobre, decimos: Esas gentes pobres de los pueblos del Sur tienen «algo» que los que vivimos en las «sociedades de la abundancia» desconocemos. Nunca sabremos nosotros cómo se siente la vida, cómo se ve el mundo, cómo se mira a los otros y cómo se cree en Dios desde la pobreza y la necesidad.
Estas gentes, pobres de riqueza y bienes materiales, son casi siempre más ricos que nosotros en humanidad. Así de claro. Saben compartir su vida de manera sencilla y espontánea porque, a diferencia de nosotros, conocen por experiencia el hambre y la necesidad
No es sólo eso. Viven de otra manera. No andan obsesionados por tantas cosas que nos inquietan a nosotros. Saben conversar serenamente, «perder el tiempo», escucharse sin prisas, sentirse cerca unos de otros.
Saben dar con generosidad. Como no tienen apenas nada que dar, se dan ellos mismos. Lo hacen sin darle importancia, como si fuera lo más natural. Son pobres de cosas, pero muchos derrochan humanidad.
Viven en la pobreza, pero no se les ve derrotados. Es difícil saber de dónde sacan esa fuerza para vivir, esa fortaleza para sufrir, esa dignidad para sobrevivir, esa fe para confiar. Probablemente, es verdad que Dios responde a las esperanzas de los pobres, no a las de los ricos.
No se trata en modo alguno de «idealizar» a los pobres del Sur. También en ellos se da el mal y la iniquidad. Pero su manera de vivir hace pensar. Nos creemos más progresistas, inteligentes y felices, pero probablemente somos más frágiles, débiles y desdichados que muchos de ellos. Hay «algo» que ellos tienen y nosotros hemos perdido.
Se lo dijo Jesús al joven rico: «Una cosa te falta».
¿No estaremos poniendo nuestro corazón en tesoros que no llenan los anhelos más hondos del ser humano?
¿No tendrán que enseñarnos los pobres a vivir de una manera más humana?
Mientras tanto la vida sigue, no importa que el agua nos llegue una vez a la semana, que la luz doce horas no la tengamos, que el combustible o el gas nos falte una semana, que no exista horarios para comer porque antes hay que buscarlo, que los niños sean los que más les ataca el Dengue y llevamos en dos meses más de cuarenta mil casos y cuarenta y tantos muertos y el gobierno no quiera hablar de epidemia , que existan enfermedades por picaduras de roedores, por el gato o por la mordedura de araña...etc la vida sigue y este pueblo va a seguir intentando ser feliz con su inventiva, provisionalidad, orgullo, música y ganas de vivir.
Sigo pensando que uno recibe mucho más de lo que puede dar, la gratitud y el cariño, pues ayudar a unas medicinas, o que un estudiante pueda ir a la universidad, o que el pobre de siempre venga a menudo por un poco comida, o el diabético que tiene que comprar la pastilla porque sino le ingresan, o valorarles y decirles que todos tenemos la misma dignidad y tienen que salir por sus propios medios, o el esfuerzo que hace una madre por alfabetizar a varios niños o mujeres, o el asesoramiento y la rebaja que conseguimos por ser el cura al presentar al niño/a, adulto “no declarado” sin acta de nacimiento y es como sino existe en el país, o la ayuda que les damos para que empiecen a reparar y alguna construir su casa que son cuatro tablas llenas de carcomas, o la parte que siempre tenemos que poner para cualquier actividad que hagamos con los jóvenes y los niños porque nunca les llega el dinero, o los gastos de mantenimiento y de comer que conlleva la parroquia porque los únicos ingresos que tenemos son las colectas de los domingos y algún estipendio de misa y que no llegan al cuarenta por ciento, o la ayuda puntual que hay que aportar para la compra de la caja del muerto que se va a enterrar, o los folletos y papeles que hay que dar casi gratuitos porque no les llega para comer Etc. En fin aquí si se palpa la necesidad y uno se ve impotente. Pero uno no ha venido a paliar tanta necesidad sino a vivir y construir con ellos ese Reino del Señor que es de justicia, amor y paz.A anuncia a Jesucristo.
Claro que hay muchos males, que la vida no vale nada, que estamos envueltos en violencia, que todo el mundo intenta aprovecharse, que desde los políticos hasta los jueces hay gran corrupción, que nadie quiere comprometerse y muchas veces nos quedamos en lamentaciones, que tenemos mucho miedo, que existe egoísmo e individualismo, que somos muy inconstantes y nos dejamos llevar por lo fácil, que no existe el voluntariado al haber tanta necesidad..
Bueno no es cuestión de seguir. Yo quiero compartir con vosotros esta reflexión a mi me sirve ponerlo, a veces, por escrito. Como he dicho otras veces, tampoco pido dinero, simplemente si quieres ser solidario en el proyecto que estamos haciendo de arreglo de casas para conseguir prevención de enfermedades y un poco más dignidad en las personas, pues aquí está mi número de cuenta bancaria.
CAJA ESPAÑA . Titular Julián Ángel Sainz de la Cruz
Nª de libreta es 2096/0350/51/3048199400.- mi padre se encargará de hacerme una transferencia, como otras veces, de ese dinero al Instituto de Misiones Extranjeras y ellos me lo mandan a mi país de República Dominicana.
Un abrazo y hasta la próxima. Julián.